Trabajos que necesitan un nivel alto de hidratación

Hidratarse en el trabajo es fundamental siempre, da igual la tarea que practiquemos. Negarlo sería como decir que si estamos descansando en casa, no necesitamos beber agua.

Pero lo cierto es que el medio en el que desarrollamos nuestro trabajo condiciona directamente nuestras necesidades hídricas. Existen trabajos que exigen tanta hidratación como practicar deporte intenso.

Eso significa que hay que controlar la deshidratación, una circunstancia negativa para nuestro organismo que puede llegar mucho más rápido de lo que parece. Con solo perder un 2-3 % del peso corporal en agua podemos sentir las consecuencias de la deshidratación: mal humor, fatiga, desconcentración y mareo primero, y nauseas, temblores, calambres y desvanecimiento después, entre otros síntomas.

Por eso, al ir a trabajar siempre deberías asegurarte de tener una fuente de agua a mano. Las botellas de agua mineral, como las de Agua Doy de Bebidas Naturales, son la manera más fácil de disponer de saludable agua vayamos donde vayamos. La recomendación habitual de tomar 2-3 litros de agua al día se queda corta en situaciones de elevada temperatura y esfuerzo físico. Si las condiciones de tu trabajo son extremas, entonces tienes que beber mucho más.

¿Qué trabajos tienen más riesgo de sufrir deshidratación? Vamos a verlos.

Las labores que necesitan más hidratación

Podemos diferenciar los trabajos según los dos grupos de riesgo en los que se encuentren, aunque algunos podrían estar en ambos.

Grupo de riesgo por elevadas temperaturas

Los trabajos que se realizan en un entorno con temperaturas muy altas suponen una pérdida de agua corporal rápida y constante que debe corregirse de inmediato.

Estos podrían ser los trabajos bajo tierra, como la minería, ciertas labores de ingeniería o los que implican entrar en los sistemas de alcantarillado de las ciudades.

Un entorno de características similares soportan los trabajadores de las salas de máquinas de fábricas y barcos y los de algunas industrias donde el calor es, de por sí, una herramienta de trabajo o una consecuencia de este, como por ejemplo las fundiciones.

También pasan mucho calor los obreros que trabajan construyendo o arreglando carreteras en verano, cuando además del sol deben soportar el asfalto ardiente.

Grupo de riesgo por intensa actividad física

Algunas de las profesiones mencionadas arriba también podrían estar en este grupo, ya que en general ejercen labores físicas intensas. Los mineros, por ejemplo, deben esforzarse mucho aunque utilicen maquinaria. Poceros, peones y albañiles trabajan en constante movimiento, muchas veces cargando o empujando grandes pesos.

Los profesionales que trabajan en la calle, como los policías y los bomberos, pueden exponerse a largas jornadas de caminatas y esfuerzo físico. Además, lo hacen a la intemperie, lo que puede exponerlos al sol implacable. Nada como llevar una botella de agua mineral entre los útiles de trabajo para compensarlo.

No podemos olvidar a los deportistas profesionales, que muchas veces pasan desapercibidos pero también están ejerciendo un trabajo de altísima intensidad física. Practicar deporte por afición deshidrata de por sí, pero los atletas profesionales se exponen a ello cada día.

Hay trabajos que tienen mucho de deportivo. Por ejemplo, los socorristas en la playa, que vigilan, caminan, corren, nadan a toda velocidad, cargan a personas accidentadas y vuelven a empezar. Ocho horas en una playa concurrida bajo el sol de agosto es un reto para mantenerse hidratado.

¿Ejerces alguna de estas profesiones? En Importaco queremos recordarte la importancia de hidratarse en el trabajo, una tarea tan importante como las demás. Sin agua no puedes rendir y no hay, en realidad, trabajo alguno que se pueda hacer bajo la deshidratación. No dejes que llegue, así que ¡ten preparada tu botella de agua!

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