Mindfulness: atención consciente

El mindfulness es una técnica proveniente del marco de la psicología que también es conocida con la denominación atención consciente o plena. A grandes rasgos, se trata de una práctica que se basa en analizar todas las facetas asociadas a nuestras experiencias concretas.

A continuación, te proporcionamos más información acerca de cómo puede ayudarte.

Una disciplina que refuerza tu estado mental y físico

Efectivamente, un control mental como el de esta técnica de concentración va a redundar en efectos positivos para la salud. Además, como se trata de un método sistemático, que se puede repetir, puede ponerse en práctica en todo tipo de acciones cotidianas. Sin embargo, como verás más adelante, resulta todavía más útil en las que nos generan tensiones.

Su metodología consiste en hallar la concentración necesaria para analizar críticamente cómo se está produciendo una experiencia. Ten en cuenta que, durante nuestro día a día, llevamos a cabo todo tipo de acciones que parecen irrelevantes e incluso simultaneamos con otras. Esto puede parecer una cuestión menor, pero implica que no seamos capaces de captar la esencia de lo que realizamos y, por tanto, no acertemos plenamente en las ejecuciones y generemos tensiones adicionales.

Por consiguiente, esta disciplina te enseña a ser totalmente consciente de la acción que estás realizando, por simple que esta puede parecer. Se trata de ser conscientes, por ejemplo, de cómo nos movemos, pensamos o nos sentimos. Esto nos permitirá obrar con un mayor tino y, además, nos sentiremos más felices con las decisiones tomadas. Aparte de que el análisis nos proporcionará un mayor porcentaje de acierto, la decisión tomada, al contar con todos los factores presentes, habrá sido pensada con una honestidad que repercutirá en la estabilidad mental.

Cuando el estrés de las actividades habituales hace que la persona realice sus funciones como si hubiera conectado una especie de piloto automático, pierde cierta noción del desarrollo y de los objetivos de estas acciones. Esto, aparte de que resta efectividad a dichas acciones, acaba por resultar perjudicial para la salud. Nos referimos a que, cuando se llevan a cabo acciones sucesivas sin consciencia de sus condiciones, nuestro cuerpo acaba por generar sus propias reacciones ante ellas.

Esta cuestión resulta trascendental. Date cuenta de que hemos empleado, en lugar de respuestas, la palabra reacciones. Al no tener la capacidad de controlar las variables que han influido en la acción, el organismo propicia unas reacciones prácticamente automáticas. Esta circunstancia va a conllevar incluso consecuencias negativas para sus órganos, dado que el cuerpo se ve sometido a una tensión que pone en peligro sus funciones y rendimientos habituales.

Así que optar por la atención consciente, aparte de los beneficios que antes te hemos comentado, también nos permitirá juzgar con más rigor sobre nuestras acciones pasadas. Ya no nos referimos únicamente al proceso de disfrutar de una acción y tener más posibilidades de acertar. Ahora nos queremos centrar en el análisis que hacemos de nuestras actuaciones. En muchas ocasiones, las juzgamos a posteriori, en un proceso de filtros de dudoso crédito y pensamientos que solo van a provocar una distorsión que producirá más dolor.

Una alternativa de bienestar práctica

En la línea del proceso reflexivo que propicia esta técnica, seremos capaces de determinar con más elementos de juicio si una actividad, realmente, nos compensa. De este modo, aprenderemos a descartar experiencias que parece que nos proporcionan placer, pero pueden no llegar a compensar. Y también lograremos prolongar las que más nos favorezcan.

En definitiva, practicar mindfulness puede convertirse en una garantía de calidad de vida. En Importaco te animamos a que te informes sobre esta técnica y, en base a seguir proyectos de vida saludable, te hidrates con agua mineral como la Font Teix.

Comparte

Etiquetas: