El consumo calórico propio de un deportista (alguien que entrena todos los días) o de un atleta de élite no es el mismo que el de una persona que lleva una vida sin mucho movimiento o, más bien, sedentaria. Por ello, es tan importante que quienes realicen ejercicio físico de manera regular lo hagan siguiendo un estricto plan alimentario y una adecuada hidratación deportiva.
En efecto, la hidratación es parte indispensable de la dieta de cualquier deportista que entrene de manera seria y responsable, es decir, de modo seguro. ¿Por qué? Principalmente, porque el consumo de agua garantiza el buen rendimiento de todas las funciones físicas. Pero hay mucho más.
Anteriormente te hemos dado algunos consejos sobre cómo beber agua y ganar efectividad al hacer ejercicio. En este caso, te explicamos por qué la hidratación es una de las bases de un buen entrenamiento deportivo. Presta especial atención a lo que sigue porque de ello dependerá tu rendimiento en el gimnasio:
– El consumo de agua es fundamental para un deportista, ya que le aporta la cantidad de líquido que su organismo pierde externamente y contribuye a restablecer el gasto energético asociado a su actividad física. El cuerpo de alguien que hace actividad física con frecuencia gasta, se exige y, para recuperarse, precisa, entre otras cosas, suficiente cantidad de líquido. A ser posible, que este sea agua y, si es mineral, mucho mejor. Y si, además, puedes optar por alguna de buena calidad, bebe, por ejemplo, agua mineral Font des Teix, que resulta ser sumamente saludable para tu cuerpo.
– Además de hidratar todo el cuerpo en general, la ingesta de agua antes, durante y después de un entrenamiento contribuye a mejorar la musculatura y la lubricación de los tejidos y las articulaciones.
– La hidratación deportiva adaptada a las necesidades de cada persona, a su peso y a su tipo de actividad mantiene el cerebro en estado de alerta y favorece el nivel de concentración, dos elementos esenciales para toda persona que entrene de manera habitual.
– Favorece el traslado de vitaminas, nutrientes y minerales por el cuerpo, alcanzando a todos los órganos.
– Pone en funcionamiento (en «modo activo») las enzimas indispensables para recuperar metabólicamente la energía que el cuerpo ha perdido durante el ejercicio físico.
– Estimula la eliminación de toxinas y sustancias nocivas (impurezas).
Son varios los beneficios que aporta la ingesta de agua mineral. Por ello, es importante que la bebas a diario. Se trata de un agua natural, es decir, que conserva las propiedades y la salubridad que tiene en su acuífero de origen. Desde allí, se conserva pura y saludable hasta llegar al botellín del deportista. No precisa ser potabilizada ni hervida para ser segura. Es sana y se recomienda dentro de un plan de hidratación deportiva. Además, no aporta calorías y ayuda a perder peso corporal. Es el mejor líquido hidratante, transportador de nutrientes y sustancias benéficas por el organismo. Y algo que es muy importante para quienes hacen actividad física de manera habitual: regula la temperatura corporal.
Por último, para quien practica deporte cotidianamente, resulta un agua fácil de llevar al gimnasio o de transportar al aire libre.
Desde Importaco te alentamos a seguir un estilo de vida saludable. Tú, que eres deportista, recuerda hidratarte siempre en cantidades suficientes, es decir, contemplando tu consumo calórico y la exigencia de la actividad física que realices habitualmente. Y para culminar: que no se te olvide salir a practicar deporte con tu botellín de agua mineral al alcance de tu mano.