Si sientes que tus tareas profesionales ya no te motivan, si te cuesta arrancar la semana laboral de buen ánimo y con energía, si consideras que la oficina o la fábrica se ha convertido en un sitio tóxico para ti, puedes estar saturado física y emocionalmente. Pero ¿cómo calmar el estrés que te aqueja? Aquí algunas claves.
– Identifica las causas. ¿Tu jefe? ¿El exceso de tareas? ¿El ambiente cerrado y la necesidad imperiosa de una pausa? ¿El trato recibido por tus empleados? ¿La falta de herramientas o de tecnología a tu disposición? Cualquiera que sea la respuesta, conocer las causas de tu estrés te ayudará a poder combatirlo.
– Realiza ejercicio físico. Para llegar relajado al lugar de trabajo o regresar a casa libre de tensiones, planifica ir caminando, subir las escaleras del edificio o volver a tu domicilio en bicicleta. Son alternativas para despejar la mente e impedir que los problemas laborales te acompañen cuando no estés en la oficina o la fábrica.
– Haz que gane el diálogo sobre el silencio. Si tienes un problema con tu supervisor, encáralo y háblalo. Si tu equipo de trabajo no está respondiendo como esperas, reúnelos para motivarlos y exígeles un cambio de actitud. Es decir, no permanezcas en la queja y sal a buscar alternativas.
– Pide ayuda. Si acaso precisas de alguien que te eche una mano en las tareas, o quizá necesitas un reemplazo de tecnología, deberías solicitarlo. No esperes que tu entorno laboral lo haga por ti. Nadie mejor que tú, que conoce el trabajo al dedillo, para comunicar lo que te hace falta para mejorar en tus tareas profesionales.
– Hidrátate adecuadamente durante las horas laborales. Bebe un agua mineral segura que sea de excelente calidad, de mineralización débil y con una cantidad apropiada de calcio. Ideal para dar un aporte extra para tus huesos y otorgar energía cuando más lo necesitas, como Agua Doy.
– Relájate y no padezcas de más. En momentos de tensión o mayor inquietud en el trabajo, haz los denominados ejercicios de calma. ¿Qué son? Respira profundamente, busca una posición cómoda para reflexionar, hacer una pausa y volver a la tarea. Une la punta de los cinco dedos de una mano con la punta de los cinco dedos de la otra. Es efectivo para bajar la ansiedad. Aléjate por un momento de tu lugar de trabajo y sal a tomar aire.
– Suma disfrute a tus días. Tras el trabajo y durante los fines de semana, deberías planear ir al cine, salir de copas con amigos, ir al gimnasio, asistir a una clase de baile o hacer cualquier otra actividad que te resulte placentera. Contar con esos espacios de gozo y plenitud te ayudará a enfrentar con una actitud positiva aquello que te aguarda en el ámbito laboral.
– Céntrate en la solución y no en los problemas. Para dar batalla a los problemas profesionales, disponte a tomar algunas decisiones drásticas. No permanezcas en la quietud, al contrario, ¡ponte en acción!
Por último, hay que destacar que el estrés laboral es causa de absentismo, depresión, merma en el rendimiento, sensación de impotencia, irritabilidad, falta de iniciativa y de respuesta ante nuevos desafíos, entre otros indicios. Deberías analizar tu malestar y llamar por su nombre a cada uno de tus síntomas.
Desde el grupo empresarial Importaco te informamos sobre cómo calmar el estrés con el objetivo de que comiences a disfrutar de la vida con sus pequeñas cosas buenas, sin padecerla. Ahora que conoces los trucos para mantener a raya el agotamiento en el trabajo, procura estar atento a las señales de alarma para actuar a tiempo, antes de enfermar. ¿Estás preparado?