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La correcta hidratación en el deporte de resistencia

Si eres un atleta de esos que entrena a diario en el gimnasio, sigue leyendo. Si procuras rendir al máximo sin poner en riesgo tu salud física y mental, vas por buen camino. Si te preocupas por mantener una dieta acorde a la energía que gastas haciendo ejercicio, seguramente te interesará saber que deporte e hidratación son las caras de una misma moneda. ¿Qué significa esto? Que, sin agua suficiente antes, durante y tras el entrenamiento, es imposible salir airoso y alcanzar tus metas deportivas.

Si bien es cierto que abundan en el mercado las bebidas deportivas (energizantes, proteicas, multivitamínicas, etcétera), no menos cierto es que el agua mineral es la protagonista de toda correcta hidratación. ¿Por qué? Simplemente porque el agua mineral es la bebida más sana y confiable que puedes beber. De igual manera, porque está demostrado que elimina la sed de manera más rápida que cualquier otra bebida y su asimilación en el cuerpo es también la más rápida y más beneficiosa.

La hidratación en el deporte de resistencia

No siempre se cuenta con un entrenador o un monitor de gimnasio dispuesto a brindar su sapiencia a su discípulo. Por ello, deberías conocer todos los secretos que encierra el agua mineral y su rol durante las horas de entrenamiento e incluso fuera del espacio fitness.

Ten en cuenta que el agua garantiza el óptimo funcionamiento del organismo en su conjunto, y de cada órgano en particular. También lubrica las articulaciones, que deben permanecer en excelente estado si se trata de un deportista de resistencia. Por otra parte, la hidratación apropiada contribuye al desarrollo y mantenimiento de una buena musculatura, tan necesaria en este tipo de deporte. Del mismo modo, el agua resulta indispensable para correr o hacer ejercicio aeróbico (que implica la aceleración del ritmo cardíaco) por un período prolongado, exigiendo a cada parte de tu cuerpo de un modo singular.

Una hora antes de la práctica deportiva, se recomienda beber un litro de agua. Si se trata de un entrenamiento prolongado, de más de una hora, se sugiere beber un vaso de agua a los veinte minutos de iniciada la actividad y, con posterioridad, repetir la ingesta de líquido cada media hora.

Vale destacar que se calcula que cerca del 50 % de los maratonistas culminan sus participaciones deshidratados, es decir, con sensación de sed, calambres musculares, jaqueca, mareos y ojos deshidratados, entre otros síntomas. ¿Lo sabías? Ello habla a las claras de la imperiosa necesidad de beber suficiente agua luego de una exigencia corporal similar a una carrera. Se debe, en parte, al desgaste energético sumado a la pérdida de agua que supone el esfuerzo corporal sostenido.

¿Cómo hidratarse de la mejor manera si eres un deportista de élite?

Alguien que se dedica a un deporte de resistencia debería tomar no menos de tres litros de agua diarios, y entre cuatro y cinco a lo largo de las jornadas de fuerte entrenamiento. Si eres uno de ellos y puedes elegir, te sugerimos optar por agua mineral natural, como Font S’Aritja, que es de débil mineralización y bajo contenido sódico, ideales para complementar la dieta de cualquier atleta de alto rendimiento dedicado a un deporte de resistencia que suponga un gran esfuerzo.

Confiamos en que sabrás conjugar deporte e hidratación. De esta manera, te beneficiarás y evitarás sufrir las consecuencias de una inadecuada ingesta de líquidos durante las jornadas de entrenamiento y máxima exigencia física. No olvides estos consejos a la hora de acudir al gimnasio y prepárate para el éxito y un lugar seguro en el podio de los campeones.

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