Debido a los ritmos laborales exigentes y por el famoso multitasking (hacer varias tareas al mismo tiempo), no son pocas las personas a las que les cuesta mantener la concentración en el trabajo.
Beber suficiente agua es un modo de concentrarte en tus labores. En efecto, un mínimo porcentaje de deshidratación corporal (desde un 1 %) se traduce en una disminución de la memoria de trabajo.
Si eres uno más de los que pierden la lucidez en el transcurso de la jornada laboral, anímate. Apunta ya algunos consejos prácticos para centrarte en tus labores con mayor facilidad y tener un mejor rendimiento profesional.
Para combatir la fatiga, la somnolencia y el cansancio en el trabajo, resulta preciso tomar algunos recaudos. Toma nota:
1. Comienza el día bebiendo agua para mantener una hidratación adecuada antes de salir de casa. El Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) ha establecido, desde 2011, una relación positiva entre la ingesta de agua y el mantenimiento de las funciones intelectuales normales. En concreto, cerebro hidratado es sinónimo de cerebro activo y en estado de alerta.
2. No esperes a tener sed para comenzar a beber agua.
3. Procura que el 80 % de los líquidos consumidos durante el día sean agua (no da lo mismo café, té o bebidas alcohólicas). Si es agua mineral, tanto mejor.
4. Come algo muy liviano (un snack saludable) a media mañana y a media tarde. No es aconsejable trabajar con el estómago vacío o con sensación de hambre.
5. Camina unos metros cada hora, aunque sea hasta una ventana o hasta el baño. Esos pasos contribuirán a que, al volver a la tarea, hayas refrescado tu mente.
6. De ser posible, rodéate de plantas. Aportan vida y un look diferente a tu entorno laboral. Son detalles que te ayudarán a concentrarte más.
7. Trabaja utilizando ropa cómoda y en una posición apropiada (usa mobiliario ergonómico). El máximo confort se traduce en más y mejor energía para destinar a tus labores.
8. Si trabajas a jornada completa, sal de la oficina o de la fábrica para almorzar. Nada de comer sobre el teclado del ordenador o en el puesto de trabajo. Un cambio de aire siempre es positivo en estos casos.
Existe una muy estrecha relación entre la deshidratación y la sensación de sed con la falta de concentración y de memoria. Por ello, en el trabajo no puedes permitirte esperar a tener ganas de beber para hacerlo. Has de anticiparte y adoptar el buen hábito de beber agua con frecuencia.
Al menos dos litros de agua por día son necesarios para mantener el cuerpo hidratado en general y el cerebro en particular funcionando óptimamente. Si es posible, trabaja con un botellín de agua a tu lado, de modo que puedas beber cada cinco o diez minutos.
Procura que no sea agua de grifo, ya que podría contener un alto contenido de cal o estar contenida en un envase ya usado y no cien por cien seguro. El agua mineral siempre es la mejor opción. Si puedes, opta por un agua confiable como Agua de Cortes, que tiene bajo contenido en sodio. Si quieres romper con la rutina y probar nuevos sabores, combina el agua mineral con semillas de chía. ¡Verás qué bien sabe!
Desde el grupo empresarial Importaco te animamos a optimizar tu concentración en el trabajo para rendir al máximo. Siguiendo estas recomendaciones, adopta ya un plan de hidratación adecuada para brindar lo mejor de ti y seguir progresando laboralmente.