Esfuerzo, pasión, potencia, crecimiento. El ejercicio físico requiere energía y tesón, y el agua mineral natural ayuda a conseguirlo y a reponerse al acabar.
Si vas al gimnasio, deberías asegurarte de mantener la hidratación del cuerpo de manera adecuada. Muchas personas no prestan la suficiente atención a este punto tan importante. Es algo especialmente común entre los más novatos del gym, pero también es cierto que muchos veteranos olvidan mantenerse correctamente hidratados.
El agua en el gimnasio, una rutina más
¿Por qué es tan importante? El agua está íntimamente ligada con el ejercicio físico. De algún modo participa en todas las funciones corporales y, cuando el metabolismo se acelera, lo hace todavía más.
La deshidratación tiene efectos negativos y no hace falta perder mucha agua corporal para sufrirlos. En un contexto de gran esfuerzo físico, las consecuencias pueden empeorar mucho y conviene prestar atención a la hidratación. Por eso, el consumo de agua mineral tiene que introducirse en la práctica deportiva como una rutina más, tan fundamental como los estiramientos o los ejercicios respiratorios.
Es decir, si vamos al gym, llevar agua tiene que ser tan lógico y natural como llevar calzado adecuado o una toalla para secarse. Es parte del equipamiento.
Es necesario beber antes y durante la práctica del ejercicio, pero es en los momentos posteriores cuando empieza de verdad la recuperación hídrica.
El agua mineral natural, como la de Agua Doy, es la bebida más adecuada en las sesiones de ejercicio que duren menos de 60-90 minutos. Una vez acabadas las rutinas en el gym, hay que beber en los minutos siguientes una cantidad adecuada acorde con la cantidad perdida. Te interesará pesarte antes y después del ejercicio para conocer el volumen de líquido consumido. No deberías beber mucho de golpe, tómala sin prisa a lo largo de la hora siguiente.
Sin embargo, es necesario incrementar esa cantidad porque el agua tiene otras funciones en la recuperación del organismo tras el ejercicio. Por ejemplo, ayuda a regular la temperatura corporal y reducir el impacto térmico del ejercicio. Aunque al acabar de moverte se detiene el incremento de temperatura, esta todavía debe bajar, y el agua que bebamos acelerará el proceso. La recuperación física, por tanto, será más rápida.
El esfuerzo físico acelera el metabolismo celular e implica la producción de residuos orgánicos que deben ser eliminados. El aporte de agua lo facilita, ya que el cuerpo deshidratado intenta guardar el agua para funciones más inmediatas y urgentes. Al beber agua de manantial, consigues que la sangre sea menos espesa y facilitas la circulación. También llega al espacio entre las células y los tejidos, de manera que es un «baño» refrescante que limpia los residuos, los arrastra al torrente sanguíneo y, desde ahí, son filtrados, desviados y expulsados del cuerpo.
Debemos destacar la importancia del agua en el desarrollo muscular. El crecimiento del músculo con el ejercicio se produce en las horas de reposo y no durante el propio ejercicio. La recuperación y formación de nuevas fibras musculares requiere agua tanto para el propio desarrollo de las mismas como para mantener la masa muscular final.
Ten en cuenta que gran parte de nuestro organismo está formado por agua. Los músculos retienen mucha, por lo que si quieres aprovechar el entrenamiento en el gym y desarrollar masa muscular, es necesario aumentar el consumo de agua en las horas inmediatamente posteriores al ejercicio.
En Importaco sabemos que el agua mineral es más que una manera de calmar la sed. Te ayuda a mantener la salud y a reponer las fuerzas tras el esfuerzo físico. ¿Hoy entrenas? ¡No te olvides tu botella de agua!