¿Sabes cómo hidratarte correctamente al tomar el sol?

Calor, luz, playa, mar, piscina y bebidas refrescantes. En verano todo gira en torno al agua y al sol y a sus diversas manifestaciones. Uno de los momentos donde esta relación es más importante es cuando vamos a tomar el sol. La hidratación ha de ser nuestra prioridad.

¿Te gusta broncearte? Conseguir un bonito tono dorado es el objetivo de muchas personas. Pero no debe estar reñido con la salud. Preocúpate por cuidar tu piel tanto por dentro como por fuera.

Hidrátate al tomar el sol

La exposición al sol en verano está acompañada por el calor. Es inevitable. Y aunque algo de calor es agradable, el exceso tiene consecuencias en nuestro cuerpo.

El organismo se esfuerza mucho por evitar que la temperatura interna suba a niveles peligrosos. Estos están más cerca de lo que podría pensarse: con «solo» 40 ºC ya podemos sufrir un golpe de calor. Si vas a tomar al sol a la playa, la piscina o incluso a tu jardín, acompáñate siempre por una botella de agua mineral fresca, como por ejemplo Agua de Cortes de Bebidas Naturales. Bebe con frecuencia y en abundancia, pues solo así podrás compensar la pérdida de líquidos por transpiración.

El motivo es que, para refrescarse, el cuerpo utiliza el agua corporal. Se expulsa a través de la piel y se evapora al aire, lo que baja nuestra temperatura. El agua nos mantiene frescos, por lo que tenemos que asegurarnos de que nunca falte o podríamos sufrir las peligrosas consecuencias de la deshidratación, además de propiciar la llegada de un golpe de calor.

Cremas hidratantes tras tomar el sol

Un cuerpo bien hidratado se refleja en una piel más tersa, bonita y sana. Esto hay que resaltarlo, porque tomar el sol en exceso daña a las células de la piel, que se muestra seca, deteriorada, con arrugas y poca elasticidad. Para completar el «tratamiento» de hidratación, asegúrate de hacerlo también desde afuera.

Esto se consigue con diversas cremas o aceites hidratantes. El agua por sí misma no tiene un gran efecto hidratante sobre la piel. El motivo es que la membrana de las células de la piel es impermeable, por lo que el agua no va a penetrar en ellas desde afuera. Pero las cremas hidratantes están formadas en gran parte por sustancias de tipo graso, que sí pueden aplicarse sobre la piel y ser absorbidas por esta.

Estas cremas contienen elementos que reconstruyen la membrana celular y la capa de sebo natural que nos protege del ambiente. Por ejemplo, vitaminas D y E o extractos de plantas y semillas (oliva, aloe vera, manzanilla, girasol, etc.) que rehidratan las células. Estas recuperan la tersura perdida, adquieren mayor turgencia y ganan elasticidad. Esto también permite fijar mejor el bronceado conseguido. Una piel deshidratada pierde color y muestra manchas.

Las cremas hidratantes deben aplicarse después de darse un baño de sol para ayudar a la regeneración celular. Además de las imprescindibles cremas protectoras que te hayas puesto durante tu baño de sol, al volver a casa deberías darte una ducha refrescante con jabón neutro y, después, aplicar la crema hidratante que más te guste.

Este es un tratamiento tanto de belleza como de salud, que no debería ignorarse en ningún caso, independientemente del sexo y la edad. Si tienes hijos pequeños, preocúpate de cuidar también su piel al volver de la playa.

En Importaco queremos destacar la importancia del agua en la hidratación veraniega, pero no ignoramos que debe acompañarse de otras fórmulas de hidratación de la piel, como las cremas. ¿El próximo fin de semana toca agua y sol? ¡Ve preparando la crema hidratante y la botella de agua!

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