¿Debemos preocuparnos por llevar encima un envase de agua para esquiar? Sí, así es. Muchas personas le quitan importancia a la hidratación en invierno, pensando que, como no hace calor ambiental, el cuerpo no pierde agua como en verano.
Obviamente, es cierto que la transpiración no es la misma en términos generales, pero hay momentos en los que este argumento se desmonta por completo, puesto que la ropa de abrigo ayuda a mantener caliente nuestra temperatura corporal. Por ejemplo, durante la actividad deportiva.
¿Por qué importa la hidratación en la nieve?
Los deportes de invierno aumentan la actividad del metabolismo y, por eso, el consumo de agua es tan notable como en cualquier otra época del año. Además, el uso de ropa de abrigo, que no siempre es tan transpirable como se desearía, causa un sofoco que suele pasar desapercibido. En definitiva, un esquiador o un montañero en invierno puede perder mucha agua y eso no es saludable.
Por eso es importante que te conciencies de la importancia de la hidratación a la hora de practicar deportes de invierno. Hay que llevar agua encima incluso cuando estamos rodeados de ella: en la nieve. El esquiador, sea profesional o solo aficionado, debe tener acceso al agua en todo momento.
A la hora de practicar deporte hay que apostar por la comodidad. El peso y el tamaño de los objetos que llevemos con nosotros afectarán al movimiento, los reflejos y la resistencia. Caminar por la nieve es un ejercicio muy exigente. Hacerlo cargando peso lo es mucho más.
Este esfuerzo extra afecta al rendimiento deportivo, algo que perjudica a los profesionales. Por eso, es importante que la botella de agua que llevemos a la nieve sea ligera. Al mismo tiempo, también debe aportar el volumen de agua necesario para mantener la hidratación durante el ejercicio.
El agua mineral natural se presenta como la mejor elección para hacer deporte en la nieve. Por un lado, es un agua limpia y de gran pureza y, además de hidratar y saciar la sed, contiene sales minerales que pueden ayudar a recuperar electrólitos perdidos. Por otro lado, viene en botellas de formato cómodo. Son ligeras de por sí y fáciles de llevar.
El esquiador o montañero debería apostar por una botella de un tamaño u otro según la intensidad y duración del ejercicio, pero en ningún caso tiene que estorbarle. El agua mineral de Agua Doy, por ejemplo, se presenta en varios formatos que pueden ser interesantes para estas situaciones:
– Botellas de 0,33 y 0,5 cl. Para sesiones cortas y poco intensas. Este formato es válido para todas las edades, pero es muy adecuado para los pequeños esquiadores. Si vas a la nieve con niños pequeños, te tranquilizará que cada uno lleve su botellita de agua mineral encima. Explícales la importancia de que la usen de vez en cuando.
– Botella de 1 l. Esta es ideal para jornadas más intensas. Este volumen garantiza la hidratación al esquiar y, seguramente, las necesidades hídricas justo después de acabar.
Estos tres formatos son los que presentan mejor relación entre necesidades hídricas y comodidad. Se pueden llevar en la mochila sin ningún inconveniente, pero también está la opción de artículos como los cinturones y bandoleras portabotellas. Estos disponen de correas y bolsillos especialmente pensados para ello, de forma que se pueden hacer descensos trepidantes sin temer a que la botella se caiga.
En definitiva, la cuestión es que la diversión no afecte a la salud y que la hidratación no estorbe al divertirse en una jornada de nieve. En Bebidas Naturales sabemos que, eligiendo bien, podrás disfrutar de las dos cosas. ¡Lleva tu botella a la nieve!