Sopas frías a base de agua mineral: perfectas para el calor

En invierno nos apetecen bien calientes y reconfortantes. Pero, en verano, es el momento de las sopas frías, esas que nos refrescan y alejan el sofoco estival. Sabrosas, estimulantes y muy nutritivas, estas sopas son un entrante perfecto o incluso un plato único para una cena ligera.

El recetario de la sopa de verano es amplísimo. Tanto si apuestas por lo más clásico (gazpacho, salmorejo, ajoblanco) como si buscas nuevos sabores, las sopas frías no te defraudarán.

La sopa fría, antídoto veraniego

Al comer podemos sentir una subida de temperatura. No se debe solamente al calor del alimento en sí, también es una consecuencia del proceso digestivo. Seguro que has experimentado la sensación de calor y sofoco después de ciertas comidas copiosas. Por eso en verano apetecen platos ligeros y frescos. Es la mejor época para sumergirnos en las buenas ensaladas y otros platos que, al hacer la digestión, no nos aportan internamente más calor del que ya tenemos en el exterior.

En esta ocasión nos centraremos en las sopas frías, el mejor antídoto para el calor del verano. Preparadas con agua mineral, como el Agua de Bronchales de Bebidas Naturales, quedarán más finas y no se alterará el sabor gracias a su baja mineralización. A continuación, te damos algunas propuestas que puedes incorporar a tu recetario de platos salados y dulces.

El gazpacho andaluz

El gran clásico no puede faltar en esta selección de sopas de verano. Cada casa tiene su propia receta, con más o menos cantidad de un ingrediente o de otro. Pero nunca debemos olvidar que el protagonista aquí debe ser el tomate y que el resto de elementos deben dar el toque especial, no invadir el plato.

Pica cinco o seis tomates hermosos y maduros, un pepino pequeño, medio pimiento verde y una cebolleta pequeña. Tritura todos estos ingredientes, junto con medio diente de ajo y una rebanada de pan blanco sin corteza previamente remojada en agua.

Añade medio vaso de agua mineral para aligerar la mezcla, un chorro de aceite de oliva, vinagre y sal a tu gusto. Vuelve a triturar, cuela y sírvelo frío.

Sopa fría de remolacha

Llena tu mesa con el colorido y el sabor peculiar de esta sopa inesperada. Deberías empezar preparando un caldo de pollo o verduras con dos litros de agua mineral (al cocer quedará más o menos un litro y medio de caldo). Cuélalo y déjalo enfriar.

Lava y pela seis remolachas y cuécelas con agua y sal. Escúrrelas y tritúralas una vez se hayan enfriado. Mezcla con el caldo, vuelve a triturar y cuélalo. Puedes refrigerarla para que quede bien fresquita y a la hora de servirla hazlo regándola con un vaso de nata líquida. No mezcles, deja que la nata quede formando un dibujo en la sopa de remolacha.

Sopa fría de kiwi y fresa

Esta sopa de postre aporta frescura y está llena de sabor. Además, es muy saludable. Para elaborarla, primero reduce en una cazuela 100 ml de agua mineral con 200 gr de azúcar, hasta que se forme un jarabe que luego dejarás enfriar.

Limpia, pica y tritura medio kilo de fresas con la mitad del jarabe, hasta conseguir una textura muy fina y líquida. Haz lo mismo con los kiwis, pero en otra jarra o vaso medidor diferente.

Prueba a servir las dos sopas a la vez en un cuenco, con una jarra en cada mano y vertiendo poco a poco. Quedará mitad roja y mitad verde. Puedes acompañar la sopa con barquillos, hojas de menta y/o frutos secos triturados.

Facilísimas de hacer y muy saludables. En Importaco sabemos que las sopas frías son una apuesta segura en las mesas veraniegas. ¿Quieres una sobremesa fresca y ligera? ¡Prepara una sopa fría!

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