El nacimiento de un hijo trae una felicidad inmensa a la familia. La madre ya ha pasado por el momento tan esperado durante casi nueve meses y se dispone a disfrutar. Ahora debería tener en cuenta que el parto y la hidratación tienen una relación muy estrecha.
¿De qué se trata? El puerperio (el tiempo de recuperación del cuerpo de la mujer después del parto hasta que recupera su estado normal) requiere ciertos cuidados que puedan garantizar la salud de esa madre, que necesita estar muy sana y fuerte física y emocionalmente para velar por su pequeño. La buena hidratación es uno de ellos, sino uno de los más importantes. ¿Por qué? De ella dependerá que el cuerpo se recupere pronto y bien tras los meses de gestación y el trabajo de parto.
En efecto, la reciente mamá necesita dormir todo lo posible, beber abundante cantidad de agua y alimentarse muy bien. De estos tres pilares que la mantendrán en buen estado, beber de ocho a diez vasos de agua diarios, algo más durante el verano, es el más urgente, ya que la lactancia así lo demanda. Pero vamos a los detalles que siguen.
Beneficios de una buena hidratación tras el parto
– Facilita la redistribución del calor, desde los tejidos a la piel, contribuyendo así a regular la temperatura corporal que, después del parto, suele variar bastante a causa del desconcierto hormonal.
– Mejora el tránsito intestinal.
– Ayuda a la madre a recuperar su peso anterior tras el nacimiento de su niño o niña.
– Beber suficiente agua hace que el riñón filtre bien y elimine pronto el exceso de líquido retenido durante el embarazo, que es la principal causa de las manos y piernas hinchadas tan típicas de este periodo.
– Evita una posible deshidratación.
– Asegura una apropiada producción de leche materna.
– Gracias a una adecuada hidratación, el organismo es capaz de satisfacer sus necesidades diarias y garantizar que los órganos internos, que deben retornar a su posición y forma tras el embarazo, funcionen correctamente.
– Mantiene el cerebro activo y aumenta los niveles de concentración en la mamá, que, por no dormir lo suficiente, necesita un plus de energía para permanecer muy atenta a su bebé y a sus necesidades en los primeros tiempos.
– Mejora la digestión.
– Devuelve a la piel de la mamá el tono natural, la elasticidad y su brillo característico, perdidos en los últimos meses.
– Fortalece los músculos y mejora el rendimiento físico de la madre.
Por último, recuerda beber agua mineral siempre de buena calidad. Si puedes elegir, ten a mano Font Teix, un agua de mineralización débil, equilibrada y extremadamente saludable para tu cuerpo. Puedes emplearla, además, para prepararte infusiones relajantes, anti fatiga o digestivas (de melisa, anís o manzanilla), tés (si es té verde, mejor), caldos desgrasados o ligeros licuados y zumos de frutas sin azúcar.
Como advertirás, desde Importaco te motivamos a reflexionar sobre el parto y la hidratación para que, incluso en el puerperio, continúes llevando un estilo de vida saludable. Todo, por el bien de tu salud y la de los tuyos. Y recuerda: disfruta mucho de tu bebé porque el tiempo pasa volando.