¿Conviene tomar agua por la noche?

¿Tomas agua y otros líquidos a cualquier hora? Las recomendaciones de los especialistas respecto al consumo normal de agua no suelen centrarse en cuándo beber, sino en que hay que hacerlo. Normalmente, lo asociamos a nuestra actividad diaria, pero nuestro cuerpo necesita hidratación durante todas las horas del día. Por eso es aconsejable tener en cuenta las necesidades hídricas nocturnas de tu organismo. Son muchas horas sin beber. ¿Es recomendable tomar agua de noche? ¿O nuestro cuerpo está preparado para aguantar las horas de sueño?

La importante hidratación nocturna para la salud

Todos nos despertamos con cierta sensación de sequedad en la boca. Esto se debe a que durante la noche las glándulas salivales tienen menos actividad y, obviamente, durante el sueño nuestro cuerpo consume agua y se deshidrata.

Salvo en casos concretos, esta deshidratación es soportable por el cuerpo y se soluciona tomando un buen vaso de agua al despertarnos. El agua de la mañana es fundamental, ya que la deshidratación no es solo un problema de sed y sequedad. Perjudica al funcionamiento de nuestras células, nuestros tejidos y nuestros órganos. El vaso de agua matutino es un alimento necesario, una manera de despertar y devolver la vida y actividad al cuerpo.

Hay circunstancias en las que conviene aumentar la reserva hídrica del cuerpo durante la noche. Por ejemplo, en verano, después de un día intenso o si dormimos muy tapados. Por lo tanto, beber antes de acostarnos o incluso cuando nos desvelamos de madrugada se revela como positivo para la salud, dado que recuperamos el agua consumida y nos preparamos para las horas siguientes.

Ahora bien, tomar agua antes de dormir no es siempre una decisión acertada. Conviene conocer las ventajas y los inconvenientes.

Pros y contras de beber agua por las noches

Los beneficios

Además de evitar la deshidratación, hay otros motivos por los que es positivo beber antes de dormir:

Ayuda a la digestión. Un vaso de agua durante la cena o poco después ayuda a mejorar el tránsito intestinal y digerir los alimentos durante la noche.

Es relajante. Un vaso de agua tibia o incluso caliente ayuda a reducir el nivel de alerta, el estrés y la tensión del largo día. En estos casos, el agua es relajante y ayuda a conciliar el sueño. Por supuesto, es posible que disguste tomarla caliente, pero también se puede apostar por una infusión.

Ayuda a regular la presión sanguínea. Con más agua en el cuerpo, la sangre fluye mejor. Esto podría reducir el riesgo de derrame cerebral o infarto.

Reduce o elimina la resaca. El alcohol deshidrata y obliga a orinar más veces, por lo que el cuerpo «se seca». Las meninges (unas membranas que rodean al cerebro) causan los típicos dolores de cabeza y el aturdimiento de la resaca cuando están deshidratadas. Si has bebido alcohol, antes de acostarte, ingiere un buen vaso de agua.

Los perjuicios

Pero también hay motivos por los que no consumir agua en exceso antes de dormir:

Interrumpe el sueño. Haber bebido mucha cantidad de agua antes de dormir nos hará levantarnos varias veces de la cama, de modo que posteriormente nos costará volvernos a dormir.

Es arriesgado ante ciertas enfermedades. Una cosa es hidratarse por una gripe y otra hacerlo por alguna infección o enfermedad más grave. En ese caso, sigue las indicaciones de tu médico de cabecera o especialista.

Elige bien e hidrátate

Excepto en aquellos casos en los que esté expresamente contraindicado, hidratarse antes de dormir es bueno para la salud. Lo ideal es hacerlo con bebidas como las que pone a tu alcance Bebidas Naturales, limpias y sin impurezas, como, por ejemplo, el Agua de Bronchales. ¡Da el paso y cuídate también por la noche!

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