El agua mineral es el tratamiento que deberían recomendar los profesores al hablar de las técnicas de estudio, y es que es imprescindible garantizar una correcta hidratación para obtener el más alto grado de concentración. ¿Quieres saber por qué?
La mayor parte de nuestro organismo está formado por agua. Es absolutamente necesaria para todas las funciones corporales, para mantener los órganos y tejidos sanos y hábiles. Y a veces se nos olvida. El cuadro de mandos de todos esos órganos está en el cerebro. Es el máximo responsable de que todo funcione como debe, así que ¿cómo no va a ser especialmente importante la hidratación cerebral?
De hecho, el cerebro es uno de los órganos con mayor porcentaje de agua. Esto también significa que es muy sensible a los pequeños cambios en la hidratación. El cerebro no necesita perder mucho líquido para sufrir los efectos que están directamente relacionados con las habilidades cognitivas y psicomotrices. Así que si eres estudiante o tienes hijos en temporada de exámenes, deberías poner en el escritorio una botella de Agua de Bronchales
Se han publicado muchos estudios sobre la relación entre la deshidratación y la pérdida de las habilidades mentales. Es algo incontrovertible y que se encuentra en todos los sectores de la población. Entre los estudiantes puede ser especialmente importante, ya que afecta a su rendimiento. Pero ¿por qué ocurre así?
Como sabrás, la actividad cerebral depende de las neuronas y de las relaciones que estas mantienen entre sí. La información que manejan pasa de unas a otras, lo que requiere la presencia de agua. La hidratación cerebral es necesaria para la correcta transmisión de la información.
Por otro lado, un cuerpo deshidratado presenta un torrente sanguíneo más espeso y, por lo tanto, de circulación más lenta y dificultosa. Esto es de gran relevancia a la hora de determinar el rendimiento neuronal, porque una circulación lenta irriga peor al cerebro y le aporta menos oxígeno. La menor oxigenación cerebral causa letargo, lentitud mental y una disminución del rendimiento cognitivo. Estamos menos despiertos.
La deshidratación afecta a la memoria, a la capacidad de prestar atención, de captar nueva información y de retenerla. Disminuye la eficacia de las habilidades relacionadas con el lenguaje, la lectura y la aritmética. Aparece la fatiga mental, el dolor de cabeza y el bajón anímico.
En definitiva, perdemos por completo la capacidad de concentrarnos en lo que estamos haciendo. Si se trata de estudiar y aprender, no conseguimos rendir lo suficiente. Algunos estudios señalan que una pérdida del 2 % del peso corporal por deshidratación reduce un 10 % la memoria a corto plazo y hasta un 15 % la concentración
Esta merma cognitiva afecta tanto al estudio en sí, como a los propios exámenes. Si durante las pruebas el alumno está deshidratado, verá reducido su tiempo de reacción, la comprensión lectora, la capacidad de rememorar datos y de resolver problemas. Se cometen más errores y, en consecuencia, hay mayor riesgo de suspenso.
Obviamente, no decimos que el agua mineral sea una poción mágica para que los estudiantes sean más listos. Estudiar es algo que requiere esfuerzo y es su responsabilidad. Pero del mismo modo que una alimentación adecuada y unos buenos hábitos del sueño ayudan a rendir más, el agua debería considerarse un elemento primordial en tiempo de estudio.
En Importaco recomendamos el agua mineral para la concentración. No dejes que la deshidratación afecte a la salud de los jóvenes estudiantes ni a su rendimiento académico. ¿Viene la temporada de exámenes? ¡A beber agua mineral!