El agua y el sol van de la mano en verano, sobre todo si quieres broncearte. Toma el sol con cuidado e hidrátate por dentro y por fuera con agua y cremas.
Cuando llega el verano, aumentan los casos de choque térmico. Para poder evitar estos golpes de calor, no olvides beber más agua fresca y buscar la sombra.
La relación entre el agua y la maternidad es más fuerte durante la lactancia, cuando la madre ha de tomar más agua para compensar la producción de leche.
A las mascotas puede sentarles mal el coche. Si vas a viajar con tu perro o gato, asegúrate de prepararlo todo para evitar problemas y que esté cómodo.