Ayúdales a establecer unas rutinas

Las rutinas diarias aportan muchos beneficios a la vida familiar en general y al ámbito educativo en particular. Si bien es cierto que no se recomienda esclavizarse o atarse a ellas, es innegable que contribuyen a un orden en las actividades cotidianas.

Particularmente, se consideran muy necesarias en la infancia. Ayudan a tus peques a planificar con antelación y a tener un control sobre aquello que tienen que hacer (tareas y obligaciones) y lo que desean o no realizar (ocupaciones extraescolares y ocio). Y, sobre todo, brindan la estabilidad psicológica que ellos necesitan, ya que todo lo previsible se torna seguro.

Por ello, antes de la vuelta al cole, ayuda a tus hijos e hijas a establecer una rutina. ¡Sí! Échales una mano para que puedan volver a centrarse en sus actividades, coger ánimo y recibir el nuevo ciclo escolar con buena actitud.

¿Cómo establecer rutinas antes de la vuelta a clase?

Lo primordial es instaurar algunas pautas básicas, tales como: juego durante determinadas horas, la hora del baño, el diálogo en la mesa, el cuento antes de dormir. Eso, repetido a diario, sembrará acciones que, con el tiempo, se convertirán en hábitos.

Es importante que padres e hijos decidan qué actividades extraescolares (deportes, hobbies, etc.) harán los niños a partir de septiembre. Eso sí: como adulto, recuerda no atosigar con horarios y obligaciones a tus peques; ellos necesitan tiempo libre incluso para aburrirse (fuente de su lado más creativo).

Las tareas domésticas, como ayudar a lavar el coche, cocinar algo sencillo o poner la mesa, también deberían formar parte de la lista de labores por llevar a cabo durante el nuevo ciclo escolar. Asimismo, es preciso destinar un tiempo para realizar las tareas de la escuela y, de ser necesario, acompañar a los hijos en ese momento.

Otro punto a tener en cuenta son las horas que, durante el transcurso del día, podrán destinar a las pantallas: televisión, ordenador, tableta, videoconsola o juegos en el móvil de alguno de los adultos. Y el tiempo establecido ha de respetarse; nunca excederse.

Ejemplo de una rutina diaria

Salir de la cama y desayunar en familia. Siempre a la misma hora.

Horario de cole. De 9 a 16 horas, por ejemplo. Es indispensable que motives a tus peques a beber agua en cada recreo. Opta por un agua pura y segura, débilmente mineralizada, como agua mineral Font Teix, equilibrada y saludable.

Merienda en casa. Cada día pueden pautarse alimentos diferentes y prepararlos juntos.

Baño y relax. A eso de las siete de la tarde o antes de cenar.

Cena familiar. Es el momento del día en el que cada miembro del grupo dialogará y compartirá con el resto cómo le ha ido a lo largo de la jornada.

Cuento antes de dormir. Es un tiempo destinado a que adultos y niños se relajen.

Todos a la cama. Padres e hijos deberían irse a dormir a las 21:30 horas, por ejemplo.

Consejos para ti, que eres madre o padre

Por último, es importante que ambos padres estén de acuerdo con las pautas señaladas y apoyen a sus hijos a llevarlas a cabo. De presentarse un cambio, es preciso que se lo adelantes a tus hijos. Ellos necesitan adaptarse a los cambios sin que estos los sorprendan o los cojan de improviso.

Desde Importaco te queremos motivar a establecer rutinas para los tuyos, básicamente porque ello favorecerá su vida en familia. Cuentas todavía con unas cuantas jornadas de vacaciones para planificar actividades. ¿A qué esperas? ¡Hazlo ya! Las ventajas se harán notar en cuestión de días, ya verás.

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