Los posibles usos de una botella de plástico vacía parecen interminables. Cuando empezamos a verlas con la mirada más ecológica y creativa, nos descubrimos encontrándoles usos tan inesperados como diversos. Al fin y al cabo, tienen un tamaño y una forma muy útiles, y están fabricadas con un material ligero, resistente y fácil de trabajar. Valen hasta para un aspersor DIY («do it yourself», en inglés «hazlo tú mismo»).
Un aspersor es un dispositivo que se une a una manguera para poder regar cultivos o el jardín sin necesidad de manejo directo. Al abrir el grifo de la manguera, el agua sale por los agujeros del aspersor, regando varios puntos a la vez. La presión generada en el interior del aspersor hace salir al agua con fuerza, de modo que alcanza cierta distancia.
De esta forma se cubre una parte del terreno y no hace falta regar de manera personal, sino que se coloca el extremo del aspersor en el suelo y se deja que la potencia del agua haga todo el trabajo. Este objeto puede comprarse en tiendas, pero ¿por qué no disponer de un aspersor hecho en casa? Con una simple botella de 50 cl o 2 litros de Font S’Aritja podrías conseguirlo. Te explicamos cómo hacerlo.
Para fabricar un aspersor casero solo necesitas una botella de agua mineral. El volumen más adecuado es de 33, 50, 100 o 200 cl, según sea el tamaño de la parcela que desees regar. Las garrafas grandes no cumplen esta función igual de bien.
Además, deberías conseguir un adaptador de manguera. Este sirve para conectarla a otros objetos. Por ejemplo, una manguera no quedaría bien sujeta a un grifo sin algún tipo de adaptador. Una alternativa a este artículo podría ser usar una buena cinta aislante, un remedio de urgencia que puede funcionar bien durante algunos usos, pero que no tardará en despegarse o romperse. El adaptador es fuerte y está preparado para sujetar y para soportar presión y mojado.
Aparte de esos elementos, como herramienta necesitarás una chincheta, clavo o punzón afilado. En algunos casos, podrías querer un alambre grueso para anclar el aspersor al suelo.
Empieza quitando el tapón y la etiqueta de la botella. A continuación, practica unos orificios en su superficie con la chincheta o el clavo. Cada uno será la vía de escape de un chorro de agua. Si haces pocos, no regará bien. Si son muchos, hará falta más presión para que el chorro sea potente y llegue lejos. El diámetro del agujero también afecta a la distancia.
Puedes experimentar y probar hasta encontrar la cantidad adecuada de agujeros y sus tamaños. Incluso podrías hacer varios diferentes para que el agua llegue a distintas distancias.
Enrosca el adaptador al gollete de la botella y el otro extremo a la manguera. Conecta esta al grifo y coloca el aspersor casero en el punto del jardín que desees regar. Simplemente abre el grifo y prueba la potencia necesaria para expulsar bien el agua.
Por último, si temes que la botella pueda moverse por la presión, haz un arco de alambre con el que atraparla y anclarla en el suelo de tierra.
En Importaco te animamos a darle un toque ecológico y sostenible a tu vida con ideas originales como este aspersor DIY. Las botellas de agua mineral y refrescos de Bebidas Naturales pueden ser de utilidad en el jardín, como ya hemos visto en otros artículos dedicados a la huerta urbana. Bebe agua mineral por sus propiedades, pero recicla las botellas de plástico y reutiliza todas las que puedas. ¡No te dejes ni una!