Desde hace unos años, se ha popularizado el concepto plan detox. Seguramente, te resulte familiar. Se trata de un intento de «limpiar» el cuerpo de elementos potencialmente dañinos y reforzar la salud o recuperar la que se haya perdido.
Detrás de todo plan de eliminación de toxinas, se encuentra el convencimiento de que el transcurrir del día a día nos sumerge en hábitos poco saludables. Puede ser la consecuencia de una alimentación inadecuada, vivir en entornos contaminados o nuestra propia forma de vida, en la que predominan el estrés y las prisas. Nuestras funciones vitales también producen sustancias de desecho que conviene eliminar del cuerpo.
Cada uno de estos factores puede fomentar la incorporación y acumulación de toxinas en nuestro organismo. Estas podrían tener efectos sobre nuestra salud física y anímica. Podemos ver que nuestras defensas se debilitan, aparecen ciertas dolencias y resistimos peor ante otras.
Para evitarlo, nuestro cuerpo dispone de una extraordinariamente eficaz maquinaria de depuración. El organismo siempre tiene en marcha su propio plan de eliminación de toxinas, el más natural y eficiente. Para llevarlo a cabo, se dedican muchos recursos, entre los que se encuentra el agua en gran parte, y participan muchos órganos: la piel, los pulmones, el aparato digestivo, los riñones, el hígado, los sistemas circulatorio e inmunológico… En condiciones normales, este poderoso sistema de limpieza no requiere ninguna ayuda. Puede hacerse cargo de los retos más comunes sin problemas e incluso afronta muchos excepcionales.
Sin embargo, a la larga, nuestra forma de vida puede afectar a la eficacia del organismo. Las toxinas se acumulan, los hábitos poco saludables empiezan a imperar y los órganos dedicados a la purificación se ven saturados. Trabajan más de la cuenta y eso se nota. Por eso, la mejor idea es ayudar a nuestro cuerpo para que él nos ayude a nosotros. Es entonces cuando entran en juego los planes depurativos.
Tener una forma de vida saludable es la mejor manera de prevenir problemas de salud. Pero, en ocasiones, podría ser necesaria una actuación más concreta. Después de una temporada de excesos, necesitarás un plan depurativo.
En general, todos estos planes proponen soluciones similares:
– Alimentación. Mientras realizas una de estas limpiezas, no solo debes retirar los residuos que te sobran, sino que también has de impedir que sigan entrando otros. Normalmente se recomienda rechazar los alimentos procesados y de digestión difícil, aumentar la ingesta de vegetales y platos ligeros y ricos en fibra y evitar los atracones. Puedes programar algunos días de comida ligera o incluso de ayuno.
– Hidratación. Nada limpia mejor que el agua. Todo plan depurativo requiere una buena ingesta de agua mineral fresca y saludable, como Agua de Bronchales. No dejes que aparezca la sed y bebe con frecuencia. Esto ayudará a que todas las funciones de tu cuerpo se realicen de una forma mucho más eficiente: la digestión, la fluidez de la sangre, la irrigación de las células, la hidratación de la piel, además de facilitar el trabajo del hígado y de los riñones.
– Descanso. Procura organizar tus días para dormir las horas que te correspondan. La falta de descanso y la ansiedad reducen la eficiencia de la eliminación de toxinas. Descansando bien, despertamos con una mejor cara.
– Evita los productos químicos. Todo está formado por elementos químicos, pero eso no quiere decir que los aceptemos sin control. Durante una temporada, deberías dar un respiro a tu cabello, tu piel y tus uñas y dejar de lado los jabones y cosméticos agresivos. Reduce el uso de detergentes en casa y el baño. Exponte menos a los químicos sintéticos.
Queremos que tengas una vida saludable. Eso sí, en Importaco te recomendamos que no hagas «experimentos». Consulta siempre a un nutricionista o tu médico antes de someterte a un plan detox intenso. ¡Di adiós a las toxinas de manera saludable!