Este 5 de junio, tal y como se lleva haciendo desde 1974, aparece marcado en el calendario con rotulador verde: es el Día Mundial del Medio Ambiente. Esta celebración, proclamada y promocionada por las Naciones Unidas, insiste en recordarnos la importancia de la relación entre la naturaleza y la humanidad.
¿Hasta qué punto esa relación es intensa? Piénsalo: ¿qué respiras? ¿De dónde proceden tus alimentos? ¿De qué manera tu actividad influye en la calidad de tu aire y tu comida? Estamos totalmente ligados a nuestro entorno.
La naturaleza es la fuente y el resultado de las interacciones entre los seres vivos. El equilibrio y la autorregulación son aspectos característicos del funcionamiento del mundo natural. La relación del ser humano con la naturaleza no es una excepción. Su vida depende de las condiciones ambientales y, al mismo tiempo, su presencia y sus actividades moldean el entorno.
Esta influencia humana sobre el medio no había sido especialmente notable hasta hace un par de siglos. La capacidad de la civilización moderna para modificar el entorno ha superado el punto de equilibrio. Los residuos se acumulan, el aire se está llenando de humo, las aguas se contaminan y el clima está cambiando. El ser humano está alterando el ecosistema en el que vive. Que, en realidad, es el planeta entero.
El equilibrio se ha alterado, pero las relaciones de interdependencia siguen vigentes. Aunque el planeta no está en su mejor momento y a veces nos da la impresión de que estamos por encima de su presencia, seguimos unidos a él. Por eso, ahora más que nunca debemos darnos la mano para colaborar. Tenemos la capacidad de cambiar lo que no estamos haciendo muy bien y convertirlo en algo positivo.
La celebración del Día Mundial del Medio Ambiente es mucho más que una fiesta. Es el recordatorio anual de la responsabilidad que tenemos todos con la naturaleza. Porque lo que hacemos hoy tiene influencia en el futuro.
El anfitrión del Día Mundial del Medio Ambiente este 2018 es la India, un país que está adquiriendo cada vez más protagonismo en la búsqueda de la sostenibilidad. De hecho, no es la primera vez que acoge esta celebración. A pesar de que la costumbre es cambiar los países anfitriones, la nación asiática ya se hizo cargo de este día el pasado 2011, con el leitmotiv de la protección de los bosques y las selvas.
¿Y este año? Este 2018 el tema destacado es el plástico. La cantidad de plásticos producidos y desechados se ha convertido en un reto medioambiental que urge corregir. La preocupación ha llegado hasta las Naciones Unidas, que este 5 de junio pretende recordarnos a todos que hay que concienciarse y tomar medidas respecto a los residuos plásticos.
Ponerse manos a la obra es algo que nos compete a todos y cada uno de nosotros. En este sentido, la educación ambiental es prioritaria. Por eso, esta fecha se convierte en una oleada de actividades y propuestas llevadas a cabo tanto por organizaciones ecologistas como por gobiernos y corporaciones.
Seguramente este 5 de junio los colegios se llenarán de verde. Las niñas y niños son el futuro y todo lo que hagamos para reducir los residuos será en su beneficio. No hay mejor motivación para llevar la concienciación a casa y enseñar a los más pequeños la importancia de reducir, reutilizar y reciclar. Un trabajo en el que todos podemos poner nuestro granito de arena.
En Importaco somos conscientes de cuál es nuestra parte en esta labor conjunta y compartida. Por eso, ¡recicla las botellas de agua!