Cómo preparar un exfoliante casero a base de agua mineral

Suave, tersa, rejuvenecida. Así renace la piel después de una mascarilla exfoliante. Es uno de los tratamientos de belleza más comunes y que mejor resultado da. Para realizarla podrías optar por un exfoliante comercial, pero una estupenda alternativa es el exfoliante casero.

No es ninguna extravagancia. Puedes aprender a hacer diferentes tipos de exfoliantes con ingredientes comunes que seguro que ya tienes en casa. Si es con un agua mineral tan pura como Agua de Cortes, mucho mejor.
La importancia de los exfoliantes

Durante la adolescencia y la veintena, las células de la piel se regeneran a buen ritmo, y por eso siempre parece que el rostro está radiante, luminoso y lleno de vida. Y no solo la cara. La piel joven, en general, es más brillante y tersa.

En cambio, conforme pasan los años, el ritmo de regeneración disminuye y la capa externa de la piel muestra cada vez más células muertas que no acaban de desprenderse. La piel aparece apagada, menos firme, más seca y con un tono cada vez más oscurecido. Por eso, a partir de cierta edad, es importante acudir a los exfoliantes.

Estos productos ayudan a la eliminar las células muertas y a limpiar los poros en profundidad. Todo va dirigido a estimular la regeneración celular. La piel se despierta, se activa y resulta más lisa y brillante. Este tratamiento debería hacerse periódicamente para ayudar a la piel a estar más sana y bonita.

¿Por qué el agua mineral?

En muchos exfoliantes caseros se utiliza agua para hacer la pasta. Es una buena idea, pero el agua corriente, muchas veces demasiado clorada o dura, tiene un efecto secante que puede irritar la piel delicada.

A una piel seca lo que menos le interesa es un elemento que la reseque más. Si vives en una zona donde el agua del grifo presenta estas características, los exfoliantes caseros podrían molestarte, a no ser que utilices agua mineral.

Esta, por su gran pureza, no aporta elementos secantes propios de las aguas duras y cloradas. Es la mejor opción para realizar una mascarilla casera con base de agua.

La cocina de la belleza: recetas para exfoliantes

En tu cocina tienes muchos ingredientes que tradicionalmente se han utilizado para elaborar exfoliantes caseros muy eficaces.

Avena y leche en polvo

Si alguna vez has visto champús, geles de baño o jabones de avena, es porque este cereal es beneficioso para la piel. Tiene propiedades hidratantes, antiinflamatorias y antioxidantes.

Por su parte, la leche en polvo contiene elementos grasos, proteínas, minerales y vitaminas A, B y D que ayudan a proteger e hidratar las capas externas de la piel.

Para preparar esta mascarilla, añade tres cucharadas de leche en polvo y dos cucharadas de agua mineral por cada media taza de copos o harina de avena. Mezcla hasta conseguir una pasta densa.

Café y azúcar moreno

El café es un gran antioxidante que regenerará tu piel. El azúcar moreno contiene componentes que ayudan a eliminar las manchas y reducir las arrugas. En contacto con el agua mineral forma una pasta manejable que conserva la humedad más tiempo.

Elabora este exfoliante mezclando partes iguales de café molido y azúcar moreno y añade agua mineral. No se trata de diluir el azúcar, sino de humedecerlo lo suficiente como para darle cuerpo a la masilla.

El agua mineral, por dentro y por fuera

Acabado el tratamiento exfoliante, lávate la cara con delicadeza pero en profundidad. Utiliza agua mineral, que por su pureza es más adecuada para la piel recién exfoliada, y un jabón neutro que respete el pH cutáneo.

El agua mineral es beneficiosa como base de un exfoliante casero, pero en Importaco te la recomendamos, sobre todo, como bebida. ¿Quieres proteger la salud cutánea? ¡Bebe agua mineral!

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