Cómo preparar un buen chocolate con agua mineral

Se acercan las Fallas y en Valencia se respira ambiente de fiesta: pólvora y, cómo no, churros y buñuelos con chocolate. Es algo muy característico de esta fiesta  y de otras muchas en España, pues su sabor nos ha conquistado desde hace cientos de años. Pero, ¿sabías que la receta tradicional del chocolate en España se elabora con agua mineral?

En repostería, el agua y el chocolate son compañeros peleones. Cuando se ponen en contacto, el segundo puede estropearse ante la presencia de la primera. Pero hay una receta en la que ambos ingredientes no solo se llevan de maravilla, sino que incluso constituyen una tradición puramente ibérica. Se trata del chocolate a la taza «a la española», una receta con siglos de historia.

El xocolātl y el agua mineral, unidos por la historia

El fruto del árbol del cacao llegó de América y fue una historia de amor desde el primer momento. Otros alimentos americanos eran vistos con sospecha y tardaron mucho en formar parte de nuestra cocina (la patata o el tomate, por ejemplo), pero la semilla del cacao fue recibida con los brazos abiertos.

La forma de consumirlo en España no tardó en diferenciarse de las costumbres mesoamericanas. Mientras al otro lado del Atlántico, el xocolātl azteca se tomaba en una bebida fría con chiles picantes y otros ingredientes, aquí se transformó en una bebida caliente endulzada y aromatizada con pimienta o canela.

Esta bebida conquistó primero los hogares de la aristocracia, pero no tardó en difundirse por todas las calles de la geografía española. Cada ciudad le dio su toque, originando las actuales tradiciones locales: en Madrid, con churros; en la cornisa cantábrica, con picatostes; en Barcelona, con bizcochos de soletilla; en Valencia, con buñuelos y churros, tan propios de las Fallas; en Navidad, para recibir el Año Nuevo a primera hora o para acompañar el roscón de Reyes.

Si te fijas, siempre es sinónimo de reunión, de festejo, de merienda o desayuno reconfortante, saludable y amistoso. Un retorno a la infancia y a los buenos ratos con la familia y los amigos.

Cada casa con su aroma y su tradición local, en efecto. Pero todas unidas por un principio común: el agua mineral. Nuestra receta se diferencia de otras costumbres europeas, como «a la francesa», elaborada con leche, o «a la suiza», con nata. Aunque la receta francesa ha conseguido colarse en todos los hogares y hoy quizá sea la más común, lo cierto es que la nuestra tiene nombre propio y conviene recordarla.

Una receta con agua mineral

El agua mineral, como la de Agua Doy, es perfecta para elaborar chocolates a la taza. Con su pureza respeta las naturales características del cacao, sin añadirle más sabor que el queramos darle con azúcar y especias como canela o vainilla.

Para preparar en casa una merienda deliciosa para dos personas, solo necesitas 500 ml de agua mineral, 50 g de azúcar granulado, 25 g de cacao en polvo y 150 g de tus chocolates preferidos, que deben tener al menos un 65-70 % de cacao.

Pon el agua en un cazo a hervir y disuelve en ella el azúcar. Agrega el cacao en polvo y bate con unas varillas hasta que se integre del todo en el agua.

Para conseguir el mejor resultado, trocea el chocolate y disponlo en un cuenco. Vierte sobre él un tercio del agua con cacao, remueve y repite dos veces más hasta verter todo el contenido del cazo. De este modo, el producto se disuelve de manera amable y sin brusquedad. A continuación, devuelve todo al cazo y ponlo a hervir ligeramente. Nunca dejes de remover.

¡Listo para disfrutar! Acompáñalo como más te guste. Seguro que tienes un sabor arraigado en la memoria que para ti es sinónimo de grandes meriendas: soletillas, churros, buñuelos, bollos, galletas o, incluso, pan con mantequilla o aceite.

En Importaco deseamos que recuperes esos grandes momentos. Una merienda con chocolate a la taza es más que un tentempié, es todo un ritual que deberíamos rememorar para poner los pies en la tierra y alejarnos del ruido, ¿no crees? ¡Regálate un dulce momento!

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