Reciclar una garrafa de agua ya no puede ser ningún misterio para ti si has seguido las ideas que hemos ido lanzando estos meses.
Son ideas y propuestas tan curiosas como necesarias, porque el medioambiente necesita nuestra colaboración. Somos parte de él y todo lo que hagamos en su favor nos beneficia. Es una rueda.
A continuación, te traemos cinco ideas más.
Lo bueno de las garrafas de plástico es que pesan muy poco a pesar de su gran volumen y que su material es resistente. Esto permite buscarles usos de lo más diversos.
Las siguientes sugerencias se centran en la reutilización de las garrafas de mayor tamaño, las de ocho litros de agua mineral. Pero son totalmente válidas para el formato de garrafa de seis litros, como la de Agua Doy.
Un tendedero no está completo sin las correspondientes pinzas y, aunque puedes dejarlas en los cordeles, lo más útil es guardarlas en una cesta. Sobre todo si son muchas.
Puedes recortar la parte superior de una garrafa y pasarle un cordel para fabricar una sencillísima cesta que puedes colgar del tendedero. No pesa nada y, si le haces unos agujeritos en el fondo, podrás dejarla fuera cuando llueva.
Cortando la parte superior de la garrafa de ocho litros y decorándola con pinturas o papel pintado, puedes tener una pequeña papelera de oficina la mar de funcional. Pégale una base de cartón de su mismo diámetro para aportar algo más de estabilidad.
Esta solución de reciclado vale perfectamente para el cuarto de los niños. Jugad juntos para hacer la papelera y deja que la decoren a su gusto. De hecho, podéis hacer más de uno de estos cubos y buscarles usos alternativos. Por ejemplo, pueden servir para guardar pequeños juguetes.
¿Tienes muchos zapatos y siempre están desordenados? Construye un zapatero.
Para ello reúne varias garrafas y corta su parte superior. Tendrás unos cubos que hay que pegar por sus laterales con adhesivo para plástico formando una especie de panal o cuadrícula. Colócalo en el armario o en una esquina de tu dormitorio y pon un par de zapatos en cada garrafa.
Todos ordenados y en su sitio. ¡Una solución brillante!
Al igual que las botellas, las bolsas de plástico del supermercado pueden y deben tener una nueva vida. Las guardamos para volver a usarlas, por supuesto. Para no tenerlas sueltas estorbando, es común meterlas en otra bolsa. Pero también puedes utilizar una garrafa.
Corta el fondo de una garrafa y haz dos agujeros para pasar un cordel con el que poder colgarla de la puerta. Así tendrás una especie de cubo semirrígido donde guardar muchas bolsas en un mínimo espacio. Si quitas el tapón de la garrafa, podrás sacar las bolsas de ella como si fuera un práctico dispensador.
Algunos alimentos frescos no reaccionan bien si los guardamos en el frigorífico. Es el caso de las patatas, las cebollas o los ajos, que pierden propiedades organolépticas con el frío de la nevera. Por eso lo habitual es tenerlos en la cocina, a temperatura ambiente y al aire para evitar la humedad.
Puedes aprovechar las garrafas de agua para esto. Corta la parte superior para obtener un cubo y haz varios agujeritos en los laterales para garantizar que no se forme humedad. Pon un fondo de papel o cartón dentro (o usa una bolsa de papel) y mete las patatas o cebollas. Puedes guardar estas cajas en la oscuridad de la alacena.
En Importaco seguimos trayéndote ideas para darle un nuevo uso a las botellas de plástico. Ya sabes, si consumes los formatos grandes, ¡a reciclar cada garrafa de agua!