Enfriar las botellas de agua en verano puede marcar la diferencia a la hora de beber con satisfacción o hacerlo con cierta desgana. Nada como un buen vaso de agua fresca para calmar el calor de agosto, ya sea sola o aromatizada con unas gotas de cítricos.
En un artículo anterior ya te habíamos indicado algunos trucos útiles, pero a veces quieres tener agua fría de inmediato. Volver a casa y descubrir que olvidaste meter las botellas en el frigorífico puede ser un verdadero fastidio. Después de un día sofocante, quieres refugiarte en la acogedora sombra de tu hogar y beber algo fresco, de sabor limpio y gran pureza. Echarle un par de hielos de agua corriente, fuertemente clorada, no es la opción más apetecible.
¿Cómo conseguir agua fría incluso cuando no hemos sido previsores?
Vamos a desarrollar unos cuantos trucos para que entiendas su funcionamiento.
La ciencia que estudia el «movimiento» del calor de un cuerpo a otro es la termodinámica. Uno de sus fundamentos es que no todos los materiales transfieren la energía de la misma manera.
El aire, por ejemplo, es un mal transmisor térmico. Eso tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por ejemplo, en invierno, un edredón nórdico (de esos esponjosos, con mucho aire en su interior) te aísla mejor del frío que una manta más densa.
El agua es mejor transmisor térmico. Capta el calor de los cuerpos con más facilidad que el aire, de modo que cuanto más contacto haya entre el agua y otro cuerpo, más transferencia de calor habrá.
Por eso, meter la botella entre cubos de hielo no sirve para enfriarla de manera urgente. Entre los cubitos y la botella hay aire que interfiere en la transferencia térmica. El aire se resiste a enfriarse y también se resiste a transferir su frío a la botella.
Lo mejor es preparar un recipiente grande con agua del grifo y muchos hielos. El frío pasará rápidamente al agua, que quedará a la misma temperatura que los hielos pero en estado líquido.
Mete la botella de agua mineral en ese baño helado y en unos minutos tendrás una bebida perfecta. Solo hay que tener paciencia durante unos diez minutos, tiempo de sobra para preparar un aperitivo y cambiarnos de ropa cuando llegamos a casa. En nada de tiempo podrás sentarte a disfrutar del frescor en tu sofá.
¿Quieres algo todavía más rápido? Entonces puedes seguir el mismo esquema anterior, pero potenciarlo con sal. La sal común, la que usas en tu cocina, tiene un efecto acelerador porque derrite el hielo. Piensa en cuando hay heladas y se echa sal en las carreteras. Eso se hace para que la sal derrita el hielo a toda velocidad. De hecho, ese líquido derretido está aún más frío que el propio hielo.
Si echas una cucharada de sal por cada litro de agua, la temperatura bajará drásticamente y más rápido. La botella de agua que sumerjas quedará helada en muy pocos minutos.
Estos son los dos sistemas más rápidos de enfriamiento del agua que puedes utilizar en casa. Por supuesto, existen alternativas más complejas que requieren de dispositivos específicos o sustancias refrigerantes difíciles de conseguir y de manejar.
En Importaco no queremos que te compliques la vida. Para tener una botella de Agua Doy fresca y apetecible en verano no necesitas más que previsión. Y si por algún despiste no tienes agua fría, sigue estos dos trucos sencillos para enfriar botellas de agua, que te resolverán el problema en un momento. ¡Toma nota, que son muy fáciles!