Para una vida más feliz: actitud positiva y agua mineral
El hecho de que tener una actitud positiva hace que todo tu entorno se positivice también, recibe una gran multiplicidad de nombres en las diferentes culturas: seguro que habrás oído hablar de la ley de la atracción o del karma, pero lo cierto es que la ciencia ha probado que tener una buena actitud ante lo que nos va sucediendo día a día mejora la calidad de vida de las personas.
Tener una actitud positiva reduce el estrés, aumenta las defensas del organismo y también hace que la respuesta que los demás tienen ante nuestros actos y palabras sea también positiva. ¿Quieres averiguar por qué?
La buena actitud predispone, tú dispones
Existe un vínculo íntimo entre una actitud positiva y las cosas buenas que te deparan los días por venir. Nadie puede estar triste y rendir bien en el trabajo o en un examen, tampoco puede cultivar relaciones sociales positivas alguien que anda de hombros caídos todo el día y arrastrando los pies. Por ello es tan importante aprender a estar y vivir bien y transmitírselo a tu entorno.
La buena actitud trae a tu vida cosas buenas y viceversa, claro.
Te preguntarás cómo puedes ser más feliz. Parece una utopía, pero se logra. Para alcanzar la felicidad en lo grande hay que poder hacerlo también en lo pequeño.
La felicidad, que es una actitud, no precisamente la falta de conflictos en la vida, se construye ladrillo a ladrillo. Es una tierra prometida que se conquista poco a poco. No se es feliz de la noche a la mañana. A esto se aprende.
Por ello, comienza a predisponerte a disfrutar de los pequeños detalles. De la vida simple y sencilla. De la sonrisa de tus hijos, la conversación fluida con un amigo o el abrazo de tus padres. Ve paso a paso, empezando por cuidar de ti. ¿Qué puedes hacer para conseguirlo? Levantarte por la mañana con una idea o un proyecto, darte un baño que te despabile y despierte tus sentidos, seguir con un desayuno sano y saludable, saludar al portero, llegar caminando a la oficina, trabajar de lo que te apasiona… La lista sigue. Y no te olvides de que una buena hidratación te ayudará a sentirte mejor para facilitarte el camino.
Pero ¿qué relación existe entre actitud positiva e hidratación?
Beber agua nos pone de buen humor, reduce el nerviosismo, acrecienta la paz interior y aumenta las llamadas “sensaciones positivas” de felicidad (la percepción de que uno está bien). Por el contrario, la ciencia ha demostrado que beber menos agua que la que se necesita a diario repercute directa y negativamente sobre el estado de ánimo.
Para que te quede claro: el consumo habitual de agua tiene efectos beneficiosos sobre las escalas de la felicidad. Esto es una buena noticia porque, además de ser bueno para tu salud física, lo es en favor de la salud de tus emociones.
Eso sí, si hablamos del cuidado de uno mismo, es preciso destacar que no cualquier tipo de agua aporta los mismos beneficios. El agua mineral natural, por su pureza, sí garantiza una excelente hidratación, a la que se suman las ventajas de tipo anímico o psíquicas. Si tienes oportunidad de elegir, opta por Agua de Bronchales, sumamente saludable para tu organismo.
Por último, desde Importaco nos enorgullece ayudarte a buscar y encontrar los motivos para vivir sanamente, beber agua y ser feliz.