¿Cómo es la relación entre el agua y los niños? De absoluta necesidad y, al mismo tiempo, total desconocimiento. Los niños beben, pero desconocen el motivo. Ellos notan que tienen sed y solo entonces piden agua.
Sin embargo, la hidratación no puede ser más importante para ellos. Por eso, los adultos son los responsables de asegurar el equilibrio hídrico de los niños. Pero el agua no siempre es de su agrado y pueden resistirse a tomarla, sobre todo los más pequeños. ¿Cómo conseguir que la beban? A continuación, te damos unos consejos para que los niños tomen agua.
El cuerpo de los niños está formado por un 70 % de agua, más que los adultos. Esta es necesaria para todas las funciones corporales pero, además, hace falta para mantener en marcha la máquina del desarrollo y el crecimiento infantil. Los niños beben menos cantidad de agua que los adultos, pero más que estos en relación a su peso. Pierden y necesitan mucho líquido.
Los niños se tienen que acostumbrar a calmar la sed con agua. Si lo hacemos así, asociarán la sed con el agua y será lo primero que quieran beber en ese momento. De esta forma, conseguiremos que cada vez que tengan sed, como por ejemplo después de hacer deporte o jugar en el parque, reestablezcan los niveles de agua y minerales de su cuerpo cuando estos estén bajos.
Por eso, la primera opción debería ser darles agua mineral natural, como la de Agua de Cortes de 33 cl, que con su tapón tipo biberón les será más fácil y divertido rehidratarse.
El agua es la bebida perfecta tanto para acompañar las comidas como para las necesidades puntuales a lo largo del día. Darles a elegir significa que casi siempre pedirán lo dulce, de modo que lo mejor es que directamente les sirvas agua.
Aprender a ver el agua como algo cotidiano empieza por verla siempre cerca. Asegúrate de que lleva una botellita en la mochila del colegio y cuando va a hacer actividades fuera de casa. Ponle agua mineral natural sobre la mesa de juego o cuando hace los deberes. Tenerla siempre disponible al alcance de la mano lleva a beber más.
Los niños no siempre son conscientes de que tienen sed, en especial los más pequeños. Si ven que los adultos también la toman con la misma frecuencia y normalidad, la aceptarán mucho mejor como algo natural. La mejor educación está en el ejemplo.
El agua mineral natural puede mezclarse con jugos o trocitos de frutas para darle color y sabor. Es una forma de animar a los niños a experimentar, probar cosas nuevas y divertirse. Trago a trago, se hidratan jugando y van aprendiendo que, cuando tienen sed, hay que tomar agua
Los niños son naturalmente curiosos y quieren saber cosas sobre el funcionamiento del mundo. A partir de cierta edad es buena idea aprovechar para explicarles la importancia del agua para sus cuerpos, qué es la deshidratación, qué consecuencias tiene y cómo puede afectarles. Hazlo de una manera positiva y saciarás su curiosidad al mismo tiempo que su sed.
El agua es nuestra bebida más natural, la que de verdad necesitamos y por ello debemos enseñar a los niños y las niñas a tomarla habitualmente. En Importaco estamos comprometidos con la salud infantil y, por eso, te recomendamos apostar siempre por ella. ¿Tienes niños en casa? ¡Dales agua mineral natural!