Frutas y verduras frescas, sabrosas y fragantes… y el sosiego de la pequeña jardinería. El huerto urbano se está poniendo de moda y es más que un capricho. En un mundo tan acelerado como el nuestro, aprender a cultivar la paciencia y la calma parece algo tan nutritivo como la mejor fruta.
Tener un huerto en casa ya no es ninguna rareza. Donde antes había macetas con delicadas flores, ahora muchos buscan frutos o plantas aromáticas. Una actividad relajante que nos permite disfrutar de alimentos saludables cuidados por nosotros mismos. ¿Piensas que los tomates ya no saben a nada? Quizá podrías lanzarte a buscar su sabor personalmente.
El alféizar, el balcón, la terraza, el jardín… cualquier espacio soleado es una invitación para el pequeño cultivo doméstico. Tener tu propio huerto urbano te permite recrear la horticultura tal y como se hace en el campo, plantando y cuidando las plantas desde sus inicios. La mejor manera de conseguirlo es empezando con un semillero. El objetivo es hacer germinar la semilla en un entorno protegido donde pueda crecer durante algunos días o semanas. Así, conseguimos que la planta esté más fuerte cuando toque trasplantarla a una maceta mayor.
Un semillero solo consta de tres componentes: semilla, sustrato y maceta. No necesitas nada más. Aunque existen recipientes especialmente pensados para esta función, la mayoría de los «agricultores urbanos» apuestan por el reciclaje. Una de las mejores maneras de tener varios semilleros fáciles de hacer, ligeros y reutilizables es aprovechar las botellas de agua mineral, como las de Agua de Cortes, que debido a su forma cuadrada son fáciles de almacenar y te harán aprovechar el espacio de tu huerto al máximo.
Según sea la planta que cultives, necesitarás un recipiente más o menos grande. Sin embargo, en casi todos los casos tendrás suficiente con las botellas de agua mineral de 0,3 o de 0,5 litros.
Lo único que tienes que hacer es cortar con una cuchilla o unas tijeras la botella a lo ancho por la mitad y quedarte con el fondo. Con un pack de seis botellas ya tienes suficiente para hacer tu primer semillero.
Querrás disponer de unos cuantos porque la idea es tener varias plantas saliendo a la vez. Es posible que no todas prosperen y algunas crezcan débiles. Por eso, a la hora de trasplantar, el tener varios semilleros te permite seleccionar las mejores y más fuertes.
Con el semillero pretendemos proteger a la planta en su momento más delicado, cuando está saliendo. Es importante controlar bien la humedad y la temperatura, sobre todo si vamos a cultivar plantas fuera de temporada. Las garrafas de agua mineral natural, que vienen en volúmenes de seis y ocho litros, se presentan como una solución muy interesante para obtener pequeños invernaderos.
Para construirlo, solo tienes que colocar la garrafa en posición horizontal y cortar en uno de sus lados un amplio rectángulo a modo de ventana. Recuerda que deberás dejar uno de los lados sin cortar para que puedas abrir y cerrar la solapa cuando quieras. A través de esta ventana podrás colocar los semilleros dentro de la botella transparente, donde recibirán luz, conservarán mejor la temperatura y estarán a salvo de los insectos y de las inclemencias del tiempo.
En Importaco apostamos por el reciclado y la reutilización de nuestras botellas y aquí te damos un par de ideas para tu huerto urbano. Cuando tengas tus semillas listas para trasplantar, no te pierdas la segunda parte del post, en el que te contaremos cómo avanzar en tu huerto urbano con botellas. Ya lo sabes, consume agua mineral natural y ¡aprovecha el contenido y el continente!